domingo, 20 de febrero de 2011

EL RELOJ Y SU HISTORIA


Reloj
El mecanismo interior de un reloj mecánico es una máquina de precisión
de suma complejidad.
Se denomina reloj a un instrumento que permite medir el tiempo. Existen diversos tipos, que se adecuan según el propósito:
  • Conocer la hora actual
         (reloj de pulsera (automático o 'de cuerda'), reloj de bolsillo, reloj de
         salón o pared, cronómetro)
  • Medir la duración de un suceso (cronógrafo, reloj de arena)
  • Señalar las horas por sonidos parecidos a campanadas o pitidos
         (reloj de péndulo, reloj de pulso con bip a cada hora)
  • Activar una alarma en cierta hora específica (reloj despertador)




Los relojes se utilizan desde la antigüedad. A medida que ha ido
evolucionando la ciencia y la tecnología de su fabricación, han ido apareciendo
nuevos modelos con mayor precisión, mejor prestancia y menor costo de
fabricación. Es quizá uno de los instrumentos más populares que existen
actualmente y casi todas las personas disponen de uno o varios relojes
personales de pulsera. Mucha gente, además de la utilidad que los caracteriza,
los ostentan como símbolo de distinción, por lo que hay marcas de relojes muy
finas y lujosas.



Asimismo, en los hogares hay varios y diferentes tipos de relojes;
muchos electrodomésticos incorporan relojes
digitales y en cada computadora hay un
reloj. El reloj es un instrumento omnipresente en la vida actual, debido a la
importancia que se da al tiempo en las sociedades modernas. Sin embargo, las
personas que viven en las comunidades rurales, lejos del ruido de la vida
moderna, pueden darse el lujo de omitir el uso de este instrumento debido a que
no tienen prisa en su modo de vida. Aun las personas que viven en las grandes
ciudades industriales, podrían omitir el uso del reloj cuando ya tienen un
esquema de actividades en pleno dominio o bien cuando su vida ya no requiere
los tiempos precisos de estar en determinados lugares.



La mayor precisión conseguida hasta ahora es la del último reloj
atómico
desarrollado por la Oficina Nacional de Normalización (NIST) de los EE.UU., el NIST-F1, puesto en marcha
en
1999, es tan exacto que tiene un margen de error de solo un segundo cada 30
millones de años.







Historia



Artículo principal: Historia de la relojería



Los antiguos conocieron varias especies de relojes. Vitrubio habla del reloj de agua o clepsidra, el de aire, el de sol y de otras
especies que nos son desconocidas.



Los egipcios medían con la clepsidra los movimientos del Sol y de igual
medio se valía el ilustre astrónomo para sus observaciones. Las clepsidras y
los relojes de sol fueron inventados en
Egipto en tiempos de los Ptolomeos; las clepsidras fueron después perfeccionadas por Escipión Násico o según
otros por
Ctesibio (discípulo de los oradores romanos medían con ellas la duración de sus
discursos.



Se cree que los grandes relojes de pesas y ruedas fueron inventados en
Occidente por el monje benedictino Gerberto (Papa, con el nombre de
Silvestre
II
, hacia finales del siglo X) aunque ya con alguna
anterioridad se conocían en el
Imperio
bizantino
.[1] Según otras fuentes, el primer reloj de que habla la historia
construido sobre principios de mecánica es el de Richard Wasigford, abad de San
Albano, en
Inglaterra, que vivió
hacia el
1326, pues al parecer la invención de Gerberto, después Silvestre II, no era
más que un reloj de sol. El segundo es el que Santiago Dandis mandó construir
en
Padua hacia el 1344 y en el cual según refieren
se veía el curso del sol y de los planetas. El tercero , el que había en el
Louvre de París, mandado traer de Alemania por el rey Carlos
V de Francia
.[2] El antepasado directo de estos instrumentos podría ser el complejo mecanismo
de Anti itera
, datado entre el 150 y el 100 a. C.[3]





En España, el primer reloj de torre fue el de la catedral de Barcelona llamado «seny de les horas», de 1393. El de Sevilla data de 1396. Otros estudios datan en una localidad Segovia, Cuéllar, la primera
instalación de reloj mecánico de torre que se instaló en España, en la iglesia
de San Miguel, también datado a finales del siglo XIV.
[4]


El primero que imaginó construir relojes de bolsillo fue Pedro Bell de Núremberg; su figura les valió el nombre de «huevos de Núremberg». En 1647, Christian Huygens aplicó a
los relojes de torre o de pared el péndulo, cuyo descubrimiento se debe a
Galileo. Huygens dividió la hora en 60 minutos y éstos en 60 segundos. El mismo
físico aplicó en 1665 el muelle de espiral a los relojes de bolsillo. En
1647, el ginebrino Gruet, residente en Londres, aplicó al reloj la cadenilla
de acero que sirve para transmitir el movimiento del tambor al cono,
sustituyendo a las cuerdas de
vihuela empleadas hasta entonces. Dos años después se inventaron los relojes de
repetición.




TIPOS DE RELOJES





Hay una gran variedad de tipos diferentes de relojes, según sean sus
aplicaciones, actualmente los relojes personales son electrónicos, ya sean
analógicos o digitales, que funcionan con una
pequeña pila eléctrica que mediante impulsos hace girar las agujas de los
relojes analógicos o marca los números de los relojes digitales.



En el formato analógico existe una escala fija y dos agujas que giran a
velocidad constante; la aguja más corta y ancha indica las horas, y tarda doce
horas en completar una vuelta completa, la aguja más delgada y larga, el
minutero, indica los minutos y tarda una hora en completar una vuelta completa
a la esfera del reloj. Puede existir una tercera aguja en el mismo eje o con un
eje distinto que señala los segundos y tarda un minuto en dar una vuelta
completa.


En los relojes digitales, hay dos grupos de dos
dígitos cada uno, separados por el signo de dos puntos (:), los dos primeros
indican la hora en formato de 24 horas de 0 a 23 o en formato de 12 horas de 1
a 12, el segundo grupo de dígitos indica los minutos en un rango de 0 a 59, en
algunos casos puede existir un tercer grupo de dos dígitos que indica los
segundos en un rango de 0 a 59 segundos







RELOJ  DE PULSERA





Al principio, sólo los llevaban las mujeres, hasta la Primera
Guerra Mundial
(1914-1918), en que se hicieron populares entre
los hombres de las trincheras.



Los relojes de pulsera vienen todos con dos correas ajustables que se
colocan en alguna de las muñecas para su lectura. Son de tipo analógico y
digital. Aunque la carátula de la mayoría de ellos es generalmente redonda,
también existen de carátula cuadrada, hexagonal y hasta pentagonal.


En los relojes analógicos (de variable continua)
la hora se indica en la carátula mediante dos o tres manecillas: una corta para
la hora, una larga para los minutos y, opcionalmente, una tercera manecilla
también larga que marca los segundos. En los relojes digitales (de variable
discreta) se lee la hora directamente en números sobre la pantalla. También
existen relojes mixtos, es decir, analógicos y digitales en la misma carátula






RELOJES DE SALON




 
Los relojes han figurado durante siglos como piezas importantes en el
amueblamiento de salones, para lo cual se construían con diversas formas
decorativas. Prescindiendo del
reloj
de arena
, que viene usándose desde las civilizaciones griega y romana para medir
lapsos cortos y prefijados, los relojes fueron usados en cantidad muy pequeña
hasta finales del
siglo XIII o mediados
del
siglo
XIV
, época en la cual se inventó el motor de resorte o muelle real,
difundiéndose el uso del reloj-mueble en el
siglo XVI.


 
De esta época se conservan algunos ejemplares muy curiosos en los Museos
del
Louvre, Berlín y Viena, que tienen la forma exterior de un edificio coronado con una pequeña
cúpula donde se halla el timbre o campana de las horas.